lunes, 19 de marzo de 2012

LA RELIGION

Según el sociólogo G. Lenski, es «un sistema compartido de creencias y prácticas asociadas, que se articulan en torno a la naturaleza de las fuerzas que configuran el destino de los seres humanos». Por su parte, el antropólogo Clifford Geertz propone una definición alternativa: «La religión es un sistema de símbolos que obra para establecer vigorosos, penetrantes y duraderos estados anímicos y motivaciones en los hombres, formulando concepciones de un orden general de existencia y revistiendo estas concepciones con una aureola de efectividad tal que los estados anímicos y motivaciones parezcan de un realismo único». Debido al amplio espectro de usos de la palabra, resulta especialmente complejo ofrecer una definición exhaustiva de la religión o del fenómeno religioso. Sin embargo, se puede afirmar que, como hecho antropológico, engloba entre otros los siguientes elementos: tradiciones, culturas ancestrales, instituciones, escrituras, historia, mitología, fe y credos, experiencias místicas, ritos, liturgias, oraciones... Aunque la antropología ha recogido manifestaciones religiosas desde el primer momento de la existencia del hombre y éstas han influido decisivamente en la configuración de las diversas culturas y sociedades, todavía se discute si es un fenómeno esencial del hombre o puede ser reducido a otras experiencias o aspectos humanos más fundamentales. El ser humano ha hecho uso de las religiones para encontrar sentido a su existencia y para dar trascendencia y explicación al mundo, al universo y todo lo imaginable. La palabra «religión» en ocasiones se usa como sinónimo de «religión organizada» u «organización religiosa», es decir, instituciones que respaldan el ejercicio de ciertas religiones, frecuentemente bajo la forma de entidades legales. Diversas ciencias humanas se han interesado por el fenómeno religioso desde sus respectivos puntos de vista como por ejemplo la antropología, la sociología, la psicología y la historia de las religiones. Por otro lado, disciplinas como la fenomenología de la religión estudian específicamente sus manifestaciones intentando dar con una definición exhaustiva del fenómeno y mostrar su relación con la índole propia del ser humano. La definición del amplio espectro de significados que refleja el concepto religión en cuanto implica encontrar un elemento propio, distintivo y único, es una exigencia propia de las culturas occidentales,10 ya que son éstas las que desde una postura más teísta distinguen entre divinidad y el resto del mundo. Especialmente, desde la Ilustración se han elaborado muchas y variadas definiciones intentando recoger los aspectos propios del fenómeno religioso. Aquí se mencionarán los más significativos. Es obvio que las definiciones que parten de un Ser Supremo o lo dan por supuesto se han de rechazar pues no se aplican a muchas religiones de Asia oriental o a los pueblos primitivos. Una posibilidad es intentar una definición desde el punto de vista de las personas que practican la religión. Así encontramos propuestas como las de Friedrich Schleiermacher: «sentimiento de dependencia absoluta» que luego distingue este sentimiento de los tipos de dependencia relativa. William James subraya más bien «el carácter entusiasta de la adhesión» de los miembros de las religiones. Desde este punto de vista se pueden considerar elementos como los sentimientos, los factores experienciales, emotivos o intuitivos, pero siempre desde una perspectiva más bien individualista. Con el estudio que las diversas ciencias humanas (sociología y antropología cultural especialmente) han realizado de la religión, se ha logrado formular otro conjunto de definiciones que consideran este fenómeno en su ámbito social y cultural. La conocida definición del sociólogo francés Durkheim entra en este grupo: «Una religión es un sistema solidario de creencias y de prácticas relativas a las cosas sagradas. [...] Toda sociedad posee todo lo necesario para suscitar en sus miembros la sensación de lo divino, simplemente a través del poder que ella ejerce sobre ellos». Sin embargo, con la llegada de la fenomenología de la religión, se intentó ir más allá de las formas que buscaban el núcleo propio del fenómeno en la sociedad o en los aspectos individuales. Y en ese ámbito se identificó como propio de la religión el hecho de la presencia o consciencia de lo sagrado. Rudolf Otto en su obra, Lo santo, publicada en 1917, indica como esencia de la consciencia religiosa el temor reverencial ante aquello que, siendo desconocido (mysterium), al mismo tiempo sobrecoge (tremendum) y atrae casi irresistiblemente (fascinans).
TENEMOS DERECHO A LA LIBRE RELIGIÓN. CADA UNO ES CAPAS DE ESCOGER A CUAL PERTENECER NO SIN ANTES RESPETAR LA OPINION Y PUNTOS DE VISTA DE LOS DEMÁS. POR ELLO HE QUERIDO DAR A CONOCER ALGUNAS DE LAS RELIGIONES DEL MUNDO PARA QUE OPINES RESPECTO A TODAS ELLAS; ESTAS SON:

CRISTIANISMO

El cristianismo es una de las tres grandes religiones monoteístas, junto con el Judaísmo y el Islam. Se inició como un movimiento mesiánico en el seno de judaísmo inspirado en Jesús de Nazaret y centrado en su persona. El hecho de que su fundador fuese crucificado por los romanos y repudiado por el pueblo judío, no impidió que sus discípulos extendiesen el culto por todo el mundo basándose en la idea de su resurrección. Para el cristianismo sólo hay un Dios que la Trinidad aparece como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Este Dios otorgó a los hombres diez mandamientos a través del profeta hebreo Moisés, que son la ley que todo cristiano debe respetar. El cristianismo acepta la Biblia o Sagradas Escrituras hebreas a las que añaden los Evangelios,, o vida de Jesús y otros escritos que conforman el Nuevo Testamento. El cristianismo y el judaísmo tienen mucho en común. El cristianismo considera como sagrados los libros contenidos en el Toráh llamado por los cristianos "Antiguo Testamento" y sus bases están contenidas en el Nuevo Testamento. El estudiante cristiano considera como palabra de Dios a ambos libros, el judaísmo sólo considera al Toráh, "Antiguo Testamento" también conocido como La Ley. Algunas de sus doctrinas fundamentales: El monoteísmo La creencia en un "mashíaj" (Mesías) o "Cristo". El cristianismo concibe de forma diferente a su Mesías, de tal forma que, para la mayoría de las confesiones cristianas, Jesús ("Ieshúah") es la encarnación del Hijo de Dios y el libertador de toda la humanidad, no sólo de Israel. Los cristianos y los judíos siempre han estado en desacuerdo sobre el Mesías, desde el mismo principio del cristianismo hasta nuestros días; estas divergencias se basan en interpretaciones diferentes de varios pasajes del Antiguo Testamento o Tanáj. El cristianismo también continuó varios de los modelos desarrollados en el judaísmo del período posterior a la destrucción del 2do templo en el año 70 d.M. (después del Mesías), tales como: La adaptación de los ritos de las sinagogas a las iglesias de las parroquias. Estos ritos estaban ya presentes en Galilea. El uso de canciones y de himnos en sus reuniones. El uso de los salmos y de otros textos de las Sagradas Escrituras. El uso del incienso en la oración. Un sacerdote. Disciplinas ascéticas como el ayuno y la ofrenda. Un calendario religioso por el cual ciertos acontecimientos y/o creencias se conmemoran específicamente ciertos días de cada año. El catolicismo admite la veneración (no la adoración) a otras entidades como los santos, las vírgenes, los ángeles y arcángeles. El cristiano debe su formación a los 10 mandamientos de Dios dados a Moisés en el Sinaí, que luego fueron reformados por Jesucristo: Amar a Dios sobre todas las cosas. 2- No tomar el Nombre de Dios en vano. 3- Santificar las fiestas. 4- Honrar al padre y a la madre. 5- No matar. 6- No cometer actos impuros. 7- No robar. 8- No decir falso testimonio ni mentir. 9- No consentir pensamientos ni deseos impuros. 10- No codiciar los bienes ajenos.

BUDISMO

El Budismo es el nombre que se le da a las enseñanzas de un Buda. Buda es la palabra sánscrita que quiere decir "El Iluminado", un ser humano que ha despertado a la verdad de la vida y del universo. Contrario a la mayoría de las religiones, el Budismo no hace alardes de una revelación divina. Comenzó con un hombre, quién, a través de sus propios esfuerzos, descubrió la realidad fundamental dentro de sí mismo y enseñó que cualquiera podría hacer lo mismo. En este sentido el Budismo no solamente se refiere a la enseñanza de un Buda, sino a la enseñanza que permite a las personas convertirse en Budas. Históricamente, el Budismo comenzó en el norte de la India con un hombre llamado Sakyamuni o Sidarta Gautama, quien hoy día se estima que vivió hace aproximadamente 3,000 años. Sakyamuni nació como príncipe heredero de un pequeño reino, disfrutó de todas las ventajas que la riqueza y su estado social, pero siendo aún joven se preocupó por el problema del sufrimiento humano. Se dió cuenta que todas las personas, ya fuesen ricas o pobres, de alta o baja alcurnia, experimentaban ciertos pesares ineludibles, los cuales caracterizó como los cuatro sufrimientos de nacer, envejecer, enfermar, y morir. Las personas nacen en un mundo en el cual no pueden evitar confrontarse al dolor y a la frustración, sufren los dolores y la humillación que provienen de la enfermedad y los remordimientos de envejecer y por el temor que emana del presentimiento de su propia mortalidad. De modo fundamental, los cuatro sufrimientos universales señalan hacia lo que el Budismo llama la Ley de la Inpermanencia. Todas las cosas cambian constantemente... nada permanece igual ni siquiera por un momento. Aún cuando era joven, Sakyamuni veía que la gente sufría en este mundo porque basaban su felicidad en cosas como la riqueza, el poder, el nivel social o el amor, los cuales, por su propia naturaleza están destinados a cambiar. Eventualmente, renunció a su derecho de ocupar el trono y asumió una vida religiosa en busca de una respuesta a este dilema sobre la condición humana. Después de practicar las austeridades por muchos años, se sentó a meditar bajo un árbol de bodhi y alcanzó la iluminación, tornándose así en el Buda. El Budismo, al igual que otras religiones de importancia, persigue liberar al hombre de los sufrimientos de su estado finito, uniéndolo a la verdad fundamental o a la realidad absoluta. Pero, contrario a las religiones occidentales que tienden a personificar a la verdad como Dios, un poder externo mucho más elevado que la persona, del cual se puede depender, el Budismo la considera como la médula de nuestra propia vida. En vez de buscar para lograr un reino más alto, el Budismo dirige al hombre a encontrar lo absoluto dentro de sí mismo. De esta forma, el ser humano es el foco central del Budismo, el cual lo presenta como el depositario de todos los potenciales. La Ley a la cual despertó Sakyamuni no fue creada por él ni por otra persona, pero es eterna y es la realidad fundamental que existe dentro de las vidas de todas las personas. En esta forma, el Budismo sostiene que todas las personas por igual poseen lo absoluto dentro de ellas mismas y son igualmente capaces de convertirse en Budas. De esta manera, proporciona una base para la igualdad de todas las personas e insiste en el respeto absoluto por la santidad de la vida humana.

JUDAISMO

El Judaísmo, es padre de todas las religiones monoteístas, está basado en la fe de un solo Dios. A diferencia de otras religiones, éste no está centrado en un profeta o en un salvador, sino en la idea de un pueblo elegido. La corona de la Torá El culto se desarrolla en la sinagoga. Algunas sinagogas de la Reforma son llamadas templos, sobre todo porque los hebreos reformados, a diferencia de los ortodoxos, no creen que el templo de Jerusalén será reconstruido en los días del Mesías y que se ofrecerán, nuevamente, sacrificios de animales, por lo cual la sinagoga ha tomado, ahora, el lugar del antiguo Templo. En la sinagoga moderna los servicios son oficiados por los rabinos y por el cantor -que lee las oraciones cantadas-, pero en la doctrina hebrea no hay nada que impida a ningún hebreo oficiar cualquier servicio, incluida la celebración religiosa del matrimonio. El rabí no es un sacerdote. La palabra "rabí" significa "docente" o "maestro" y su función consiste en explicar la religión hebrea. Hasta el siglo catorce no han existido los rabinos de profesión; los hebreos docentes se ganaban la vida ejerciendo una profesión, por ejemplo, la de médico, y explicaban la religión hebrea en las horas libres y gratuitamente. Los rabinos del período más antiguo provenían de todas las clases sociales. Algunos eran hombres de negocios, otros artesanos, otros aun zapateros. La única cualidad requerida era el conocimiento de la Torá. Esta palabra, que significa "enseñanza", indica en primer lugar el Pentateuco, esto es, los cinco libros de Moisés, y después, por extensión, todo el complejo de la doctrina hebrea. Los trece principios El Hebraísmo no ha conocido jamás un mecanismo verdadero y propio para la formulación de los dogmas, encargados de decidir de manera autoritaria y categórica lo que un hebreo debe creer para ser hebreo. Sin embargo, sería equivocado concluir que el Hebraísmo no tiene dogmas y que un hebreo puede creer lo que quiera. Examinemos los trece principios de la fe hebrea como han sido formulados por Moisés Maimónides, el hebreo más grande del Medioevo. Existen otras creencias, como aquella de la elección divina de Israel, que no están incluidas entre los 13 puntos y que todavía muchos hebreos consideran básicos. Los principios de Maimónides son: Fe en la existencia de Dios: en su unidad; en su incorporeidad; en su eternidad; la fe que necesita adorar sólo a Dios; la fe en los Profetas; que Moisés es el más grande de los profetas; que la Torá es de origen celestial; que es inmutable; la fe en el hecho de que Dios conoce las acciones de los hombres; que recompensa a los buenos y castiga a los malvados; la fe en la venida del Mesías; la fe en la resurrección de los muertos. La profesión hebrea de fe es el shemán: "Escucha, Israel, el Señor Dios nuestro es el único Dios" (Deuteronomio 6,4). El niño hebreo aprende a recitar estos versículos apenas empieza a hablar; los hebreos devotos los recitan diariamente en la mañana y en la tarde, y los moribundos los repiten como la última afirmación de su vida. Más allá del tiempo y del espacio: Dios está más allá del tiempo y del espacio y el universo está subordinado a él. Él es trascendente e inmanente. Existe fuera del mundo y al mismo tiempo está implicado en él. La oración y el culto van dirigidos sólo a Dios: También la oración dirigida a Dios a través de un intermediario está prohibida. Los principios sexto, séptimo, octavo y noveno conciernen a la revelación: Parece que Maimónides haya subrayado, de manera particular, el séptimo y noveno punto en respuesta a la exigencia del cristianismo y del islamismo, los cuales sostienen que ha surgido un profeta más grande que Moisés y que el Hebraísmo, aunque una vez era válido, ahora ha sido superado. Hasta hace poco, con algunas excepciones, los doctores hebreos han afirmado que los libros de la Biblia hebrea (el Antiguo Testamento) han sido revelados al hombre por inspiración divina, si bien en diferentes niveles. Ellos afirman que el Pentateuco (la Torá verdadera y propia) ha sido dictada por Dios a Moisés y lo consideran como la palabra de Dios verdadera y propia. Los libros proféticos de la Biblia habrían sido escritos por los Profetas bajo el influjo de la profecía (un grado inferior con respecto a la inspiración concedida a Moisés), mientras los libros de los Hagiógrafos (incluidos los Salmos y los Proverbios) habrían sido fruto de un grado todavía más bajo de inspiración, como espíritu santo. Todo esto está expresado en la norma hebrea que prohíbe colocar los libros Hagiógrafos por encima de los libros proféticos y estos últimos por encima de la trascripción del Pentateuco y los otros libros de la Biblia, y en segundo lugar la Torá oral o las enseñanzas que Dios habría dado a Moisés oralmente, además de las elaboraciones y de las aplicaciones que ahora se encuentran en las obras rabínicas redactadas durante los últimos cinco siglos a.C., la más importante de todas es el Talmud. Existen dos Talmud: el palestino, publicado hacia el año 400, y el Babilónico, más autoritario, publicado hacia el año 500. Los principios décimo y undécimo (Dios conoce las acciones del hombre y las recompensa o castiga según la acción): son aceptados, en grandes líneas, por todos los hebreos religiosos aunque hay considerables diferencias de opiniones en lo que respecta a la naturaleza exacta de la divina providencia y en el modo de concebir la recompensa y el castigo. Esta doctrina significa, quizás, que Dios recompensa directamente en esta vida a aquellos que observan sus leyes y que castiga a aquellos que la transgreden, o significa que la virtud lleva consigo su propia recompensa y la falta de virtud su propio castigo, significa que seremos premiados o castigados en la otra vida y, en tal caso, cuál es la naturaleza del paraíso y del infierno, existe un infierno y, si es así, está concebido como un lugar o un estado de lejanía de Dios, el castigo en el infierno es eterno o limitado a un cierto período. El inicio de la redención: El duodécimo principio se refiere a la fe, muchas veces mencionada en la Biblia, según la cual vendrá el día en el cual este mundo será perfeccionado, la guerra y el odio serán desterrados de la tierra, será establecido el reino de Dios y todos los hombres reconocerán a Dios como su Creador. La fe ortodoxa cree en un Mesías personal, en un ser humano de gran poder, pero no divino, que será un descendiente del rey David y que será enviado con este fin por Dios. A partir del siglo pasado, la opinión no ortodoxa ha hecho hincapié en la venida de una era mesiánica y ha rechazado la doctrina de un Mesías personal, por cuanto parecería demasiado mágico. La idea fundamental es que Dios intervendrá al final en los asuntos humanos, a fin de llevar a su realización la sociedad perfecta que perseguimos. El Hebraísmo cree que Dios no abandonará para siempre este mundo al caos y que un día la humanidad encontrará su redención completa aquí en la tierra. Inmortalidad del alma: El último principio referente a la resurrección de los muertos ha sido variamente interpretado. En los orígenes, la doctrina de la resurrección se refería a los muertos que resurgen de las tumbas y viven de nuevo aquí en la tierra. Después el Hebraísmo asimiló la doctrina de la inmortalidad del alma. Cuando al fin las dos doctrinas se fundieron, sostuvo que cuando una persona muere, su alma continúa viviendo en otro reino hasta la resurrección, cuando será unida al cuerpo en la tierra.

HINDUISMO

El hinduismo no tiene fundador, carece de ritos y tampoco posee una jerarquía religiosa. El hinduismo es hereditario, esto quiere decir que no te puedes convertir al hinduismo; sólo puedes ser hindú si has nacido hindú. Uno de los pilares fundamentales del hinduismo es la creencia en la reencarnación, que está muy ligada al sistema de castas. Según la doctrina de la reencarnación, cada ser humano que muere se reencarna en otro, ya sea humano o animal, y este ciclo se repite eternamente. Si alguien se reencarna en una persona perteneciente a un casta inferior o a un intocable es debido a que su comportamiento (karma) no fue bueno en su vida anterior. Y como no es posible recordar las vidas anteriores, los hindúes aceptan su suerte resignadamente sin siquiera pensar en revelarse, puesto que ellos creen ser los únicos responsables de su precaria situación. Siendo la vida terrenal un valle de lágrimas, el objetivo a conseguir es librarse del samsara (la rueda de las reencarnaciones) y alcanzar el nirvana, objetivo que sólo alcanzan algunos privilegiados. Son, los sadus, ascetas y santones que consacran su vida a alcanzar dicha meta. Las herramientas de las que se valen para conseguirlo son la meditación, el yoga, el ayuno y la mortificación del cuerpo. Muchos de estos sadus renuncian a toda posesión de bienes materiales y viven como eremitas sin contacto con la sociedad. Se les reconoce porque visten telas de color naranja, aunque algunos van completamente desnudos, y es frecuente que lleven el cuerpo cubierto de ceniza. Las torturas físicas que se infligen no están encaminadas, como en la religión cristiana, a expiar sus culpas (el concepto de pecado no existe), sino que es un medio para alcanzar poderes sobrenaturales e incluso para elevarse a la categoría de dios. Así podemos encontrar en la India ascetas que llevan años de pie sin sentarse jamás -ni siquiera para dormir-, u otros que, al contrario, permanecen indefinidamente sentados en la misma posición. También es frecuente que no busquen cobijo ante los rigores del clima (lluvias monzónicas, frío invernal, calor tórrido en el verano), que soportan con tan sólo unos harapos como única vestimenta. La recompensa, como dijimos anteriormente, es la adquisición de poderes sobrenaturales. Son conocidas las proezas de algunos: pasar semanas enterrados bajo tierra, tenderse sobre camas de afilados pinchos, sobrevivir a la picadura de serpientes venenosas o evitar cualquier clase de enfermedad. En realidad, se dice que pueden poner fin a su vida cuando lo deseen e incluso a algunos, que han desaparecido sin dejar rastro, se les atribuye la capacidad de disociar los átomos que componen la materia. Estudiemos ahora alguno de los dioses más destacados dentro del panteón hindú: Brama, Krisna, Sarasvati, Visnu, Rama, Laksmi, Ganesh, Shiva, Hanuman, Parvati Principales dioses Brahma: Es el dios creador del universo. Se le suele representar con 4 cabezas y 4 brazos, cada uno de los cuales sostiene uno de los 4 Vedas (la tradición dice que estos libros sagrados surgieron de su boca). El vehículo de Brahma es la oca. Sólo si Brahma permanece despierto la vida es posible. Cuando duerme, todo, excepto los dioses, mueren. Pero no debemos alarmarnos, pues, un día de Brahma dura más de 8 billones de años. Muchas veces aparece sentado en un loto, flor que simboliza la creación y la vida. Actualmente el culto a Brahma prácticamente ha desaparecido y sólo se conserva un templo en su honor en Pushkar en Rajasthán. Visnu: Al igual que Brahma se le representa con 4 brazos que sujetan un mazo (símbolo de poder), una flor de loto (símbolo de pureza), una caracola (el sonido que se produce al soplar por ella símboliza la vibración cósmica origen del universo) y una rueda dentada, arma con la que resulta invencible. Visnu es el dios más popular en la India y ya se ha reencarnado 9 veces en la tierra. Según la profecía todavía falta la décima reencarnación en forma del guerrero Kalki. Las 3 primeras reencarnaciones de Visnú fueron en forma de animales (pez, tortuga, jabalí), la cuarta una mezcla de animal y hombre y el resto como seres humanos. Los avatares más conocidos son el séptimo (Rama), el octavo (Krishna) y el noveno (Buda). Su vehículo sagrado es Garuda, mitad pájaro, mitad bestia. Shiva: Aunque es el dios destructor no es el dios cruel y despiadado que causa la muerte de los seres humanos. Su labor es otra: Brahma crea el universo, Visnú lo sostiene durante un día de Brahma y finalmente Siva lo destruye para permitir que todo pueda ser creado de nuevo. Brahma entonces dormiría durante una noche (de igual duración que el día mencionado) y después volvería a crear el universo, repitiéndose todo el ciclo de nuevo. En su faceta de asceta y maestro de yoga se le representa con el pelo largo sujeto en un moño, un taparrabos, rayas horizontales en la frente y el cuerpo cubierto de ceniza. Es fácil identificar a los sadus seguidores de Shiva por esos mismos atributos. En Benarés seguro que los veréis, puesto que según la leyenda esta ciudad fue creada por Shiva. En Benarés el fervor religioso hacia Siva se manifiesta en los numerosos templos y pequeños altares erigidos en su honor que encontramos a cada paso. En todos ellos veremos una columna redondeada denominada "lingam". Es el falo de Shiva que simboliza la fertilidad.

TAOISMO

Su fundador, Lao-Tse nace en el siglo VI a.C.. Ocupa un puesto importante en la corte del emperador, pero al contemplar tanta corrupción decide organizar un viaje al lejano Oeste. En su libro, "Tao-te-King", propone un camino de salvación muy distinto al de Confucio. Su doctrina se acerca al hinduismo. Dice que lo importante es alejarse de todo lo sensorial y caminar hacia lo puro, el Tao. El Tao es el origen del cielo y la tierra, de quienes surgen todas las cosas, es quien regula el Yang-Yin. Es el modelo de comportamiento de todos los hombres y el principio de toda actividad justa en lo político y lo social. Para imitar al Tao hay que tener paciencia, ser sencillos y sin pretensiones. Hay que llegar a no hacer nada para poder hacerlo todo. Hay que evitar las tensiones, se desea llegar a una quietud mística. Tiene virtudes fundamentales paz, tranquilidad, silencio y como virtudes menos importantes recomienda la piedad filial, lealtad, bondad hacia las criaturas, paciencia, sacrificio de sí mismo por los pobres, liberar a los esclavos, plantar árboles y hacer caminos, enseñar al ignorante y hacer las ofrendas a los dioses. Como preceptos exige no matar, no beber alcohol, no mentir, no robar y no cometer adulterio. Esta metafísica de la no acción contribuyó a fomentar en el pueblo toda clase de supersticiones y magias, buscando ansiosamente el elixir de la vida. El Taoísmo promete la inmortalidad y admite la metempsicosis. El Taoísmo sigue siendo con el Confucionismo y el Budismo una de las religiones más difundidas de China, y con alrededor de 30 millones de seguidores en el mundo.

BRAHMANISMO

Con la concepción eminentemente poética de los orígenes y función del mundo y de la divinidad, el brahmanismo consagró dos principios fundamentales y característicos: la división en castas y la metempsicosis. Para poblar la tierra, Brahma engendró cuatro hijos: Brahmán, con la boca; Chatria, con un brazo; Vaisia, con un muslo; y Sudra, con un pie, y cada uno de ellos dio origen a una de las cuatro castas en que se dividió el pueblo indio: los brahmanes, a quienes correspondía el ejercicio del sacerdocio, la justicia y la medicina, clase privilegiada por excelencia, de la que procedían también los poetas y sabios; los chatrias, guerreros y magistrados; los vaisias, comerciantes, artesanos y agricultores; y los sudras, cuya suprema aspiración no podía ser otra que la de entrar al servicio de un individuo de las tres casta superiores, y cuya condición social sólo difería de la esclavitud en que no podían ser empleados en menesteres impuros, no se consideraban propiedad ni mercancía, y disfrutaban del derecho de herencia. Al margen de las castas vivían los parias, restos quizás de un pueblo vencido, víctimas de la degradación y del desprecio, y considerados socialmente inferiores al animal. No obstante esta división de castas, el brahmanismo acepta un mejoramiento sucesivo del alma, que se efectúa mediante la metempsicosis, y que está determinada por el valor de las buenas obras realizadas. Así, el estado físico de las almas, en la reencarnación, es el resultado de la conducta moral anterior. "Toda palabra, acto de pensamiento o del cuerpo lleva un fruto bueno o malo", dice el Código de Manú. El Brahmanismo proclama una moral de paz; la protección del nió, la mujer, el enfermo, el débil y el anciano; la obediencia, la castidad, la modestia y la templanza; los deberes de hospitalidad y la prohibición del aborto, el suicidio, el juego, la calumnia, el perjurio, la embriaguez y condena la violencia contra toda forma de vida, así como señala rigurosas penitencias para los pecados, manifestaciones de un fanatismo religioso en que el ascetismo y el éxtasis son formas atenuadas.

CONFUSIONISMO

Confucio nunca quiso fundar una religión, admitió ser un hombre como cualquiera. Cree en el cielo como algo misterioso, impersonal que actúa sobre el mundo. Cree en los dioses y espíritus de la tierra. Pero lo religioso no fue para él una obsesión. El deseaba servir al hombre proponiendo la igualdad de todos, buscando la felicidad universal. A Confucio se le empezaron a tributar honores siglos después de su muerte, fue considerado como si se tratase de un dios. Quiso renovar políticamente la sociedad para que los hombres lograsen la máxima felicidad. Su doctrina se puede resumir en la frase: "Lo que no quieras para ti no se lo hagas a los demás". Sus cinco principios: 1.- relación de justicia entre príncipes y súbditos. 2.- relación de mutuo amor entre padres e hijos. 3.- conjunto de deberes entre el hombre y la mujer. 4.- observancia de las normas de comportamiento, basadas en la edad (ancianos-jóvenes). 5.- relación de lealtad entre los amigos. La sabiduría de Confucio se ha hecho proverbial en muchas culturas. Actualmente su lectura y veneración son severamente castigados por el Estado Chino, que se basa en el comunismo. A pesar de ello Confucio será siempre considerado como un gran sabio.

ISLAMISMO




creado por Mahoma. Del Corán, libro escrito por él, y el Sunna (tradiciones posteriores), han nacido prácticamente todas las reglas de la vida política y social del mundo árabe. El Islamismo dejo de ser sólo una religión para convertirse casi en el símbolo de la civilización árabe. Se calcula que en la actualidad existen 450 millones de mahometanos o islámicos (es la segunda religión en el mundo en número de fieles), que forman el Gran Imperio espiritual del Islam.

Mahoma (Mohammed), nació en 570 en La Meca. Después de recibir la aparición del arcángel Gabriel se considera apóstol de Dios, encargado de difundir su doctrina y sucesor de los profetas anteriores: Adán, Noé, Abraham, Moisés y Jesús. Exalta la persona de Cristo y utilizó sus enseñanzas al extremo que muchos consideran el Islamismo como una herejía del Cristianismo. El Islam rechaza la Santísima Trinidad y el carácter divino de Jesús, aunque cree en la vida eterna, el Juicio Final y la resurrección de los muertos. Exige cuatro prácticas: la oración, el ayuno durante el mes de Ramadán, la limosna a los pobres y la peregrinación a La Meca. Para convertirse a esta religión basta decir, con fe y entendimiento, una sola vez en la vida, "No hay más Dios que Dios (Alah), y Mahommed es su profeta". El sucesor de Mahoma es el Califa o Delegado. Por problemas de esta sucesión los islámicos están divididos en tres grupos: sunnitas, shiitas y wahabis.

El Islam tiene el Corán como libro sagrado, que es a la vez código religioso y político revelado, según el texto coránico, por Dios a Mahoma por medio del ángel Gabriel